jueves, 20 de septiembre de 2007

Arquetipo escatológico.

“Eres mas guarra que La Popora, que hacía muñequitos de mierda, los freía y se comía la cabeza”.


Lo se, lo sé, uno empieza así de fuerte con esta bonita frase y luego corre el riesgo de que progresivamente pase a ser de Caballero Jedi a un simple esbirro disfrazado de plástico blanco con una persona simple haciendo de extra dentro.

Afronto el riesgo y me comprometo a mantener este nivel de escatología sublime en la mayoría de las entradas de la bitácora.

Sí, soy irreverente … pero como decía la canción de Janet … “Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así”.

Aparte del ascazo que pueda infligir la frase del comienzo en un alma cándida y pura, y de la que juro sobre lo más sagrado que no soy autor, sino que la escuché un día de mi inocente infancia, paseando en Semana Santa por la calle Carrera de Caballos, a la altura de los Billares del Neo, podríamos analizarla según sus diferentes elementos para desentrañar esa construcción como ejemplo del arquetipo más soez y escatológico jamás creado.

Analizando guarra está claro por donde van los tiros, no se refiera a alguien varón, no sólo ya por el género usado, sino también porque ésta expresión va unida de forma especial al universo femenino cuando de insultar se trata.

La Popora, que nunca supe si existía o era alguien inventado por una mente sucia y calenturienta en momentos de profundo aburrimiento y muy mala leche, parece elegida como una jugada maestra del subconsciente para hilar mas tarde con la principal materia de la que están creados los muñequitos, ya que, al menos cuando yo era un niño, “hacer popó” era una forma mas o menos suave de llamar a “dar de cuerpo”.

El fabricar muñequitos de mierda es algo que no cabe en ninguna cabeza que esté medianamente sana. Así que podemos deducir que no sólo era guarra La Popora, sino que también era un poco oligofrénica. Supongo que sería algo así como una especie de rito vudú llevado al extremo más pringoso y aromático. El sólo hecho de pensar en la parte de amasado ya casi que consiguen que me den arcadas, y eso que yo me considero una persona de estómago fuerte, que mis buenos duros en terapia a cargo de La Parra me ha costado.

Al pensar en el freír los muñequitos automáticamente me viene a la cabeza, supongo que por las fechas, el desayuno a base de churros en la Chocolatería de Chari, en el callejón del mercado de abastos, la madrugá del Viernes Santo … y ese aceite hiviendo e impaciente por ser partícipe de uno de los intentos inéditos de la nouvel cuisine que ni al mismísimo Adriá se le habría ocurrido.

El comerse solamente la cabeza refuerza, mas si cabe, mi teoría sobre la demencia de la susodicha y mas que buscar un porqué sobre dicha elección, me invita a preguntarme por el destino del resto del muñequito: ¿lo tiraba?, ¿lo reciclaba?, ¿lo ofrecía y compartía amistosamente como prueba de su buen corazón en fechas tan señaladas?

Llegados a este punto y teniendo en cuenta que en Osuna nuestra magnífica Pulisia no ha hecho ningún curso de CSI, invito a que quien tenga datos, pruebas o algún tipo de información válida y científica sobre este mítico personaje, me lo haga saber a través de los comentarios.

AMBIENTACION: Kaka de Luxe + Piero Manzoni.

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